Autosugestión

La autosugestión implica que una persona se instruya a sí misma o se convenza internamente para adoptar una creencia determinada. Este proceso mental puede ocurrir tanto de manera involuntaria, mediante asociaciones o disociaciones mentales, como de manera intencional.

El condicionamiento, ya sea intencional o involuntario, es un proceso mental fundamental en el campo de la psicología. Ha sido explorado y demostrado por Iván Pávlov, y se manifiesta a través de distintas formas.

Una de las técnicas empleadas es el condicionamiento clásico, que consiste en asociar un estímulo inicialmente con otro estímulo que genera una respuesta, hasta que el primer estímulo adquiere la capacidad de provocar la misma respuesta.

El condicionamiento operante es un proceso de aprendizaje en el cerebro donde las personas tienden a realizar acciones que les proporcionan gratificaciones y a evitar aquellas que no las ofrecen.

Empleando intencionalmente elementos para crear incentivos o, por el contrario, aplicando consecuencias negativas para disuadir la repetición de ciertos comportamientos, este enfoque de condicionamiento se usa en varias formas de psicoterapia.

Por otro lado, el condicionamiento vicario se refiere a la imitación de conductas de otras personas que sirven como modelos, ya sea a través de la observación visual o imaginativa.

¿Definición de la autosugestión consciente?
El método de Coué se basa en la observación de la autosugestión y su desarrollo teórico por parte de Émile Coué. La autosugestión consciente es un proceso sencillo que se fundamenta en los siguientes principios establecidos por Coué.

La idea que tenemos en la cabeza se hace realidad en el mundo de las posibilidades. Un ejemplo ilógico sería si una persona con una pierna rota creyera que la extremidad se regeneraría.

No obstante, cuando experimentamos dolor en alguna parte del cuerpo, disfunción en nuestros órganos o tristeza, podemos imaginar que el dolor se disipará, que nuestros órganos afectados se recuperarán y que nuestras ideas melancólicas se transformarán en pensamientos alegres. Sorprendentemente, todas estas cosas pueden suceder porque son posibles.

Es aún más sorprendente que existan individuos que se autodefinan como ciegos, sordos o paralizados únicamente debido a su propia convicción en esas condiciones.

Contrario a la concepción común, no es la voluntad la facultad primordial del ser humano, sino la imaginación. En cada ocasión en la que surge un conflicto entre la voluntad y el deseo de realizar algo, es la imaginación la que prevalece.

En la mayoría de los casos, las personas no solo no hacen lo que desean, sino que hacen exactamente lo contrario. Por ejemplo, cuando alguien que sufre de insomnio se esfuerza por dormir, cuanto más lo intenta, menos duerme.

Cuando intentamos recordar el nombre de alguien con insistencia, menos lo recordamos. En el momento que más intentamos contener la risa, más nos introducimos en ella. Y en el momento que un tartamudo pretende evitar la tartamudez, más se manifiesta.

¿Qué es la autosugestión positiva?
La autosugestión positiva consiste en establecer condicionamientos basados en el pensamiento positivo, los cuales se fundamentan en los principios de la psicología positiva.

Esta rama de la psicología se centra en la felicidad, y las personas toman la decisión consciente de enfocar su atención en sus cualidades, en lo que hacen bien y en lo que pueden lograr mediante su esfuerzo personal.

La psicología positiva a menudo se difunde a través del coaching de pensamiento positivo. Es importante resaltar que el gobierno de España ha clasificado esto como pseudociencia, a pesar de que muchos psicólogos sostienen que el pensamiento positivo no es equivalente a la psicología positiva.

Por lo general, los psicólogos tienen la tendencia de definir la psicología positiva como el análisis científico de los aspectos que dan sentido y valor a nuestra vida, sin dejar de lado nuestros desafíos personales.

Esta disciplina busca equilibradamente potenciar nuestras fortalezas y brindarnos una visión más objetiva de nosotros mismos.

¿Cómo usar la autosugestión?
Con el transcurrir del tiempo, los fundamentos de la autosugestión han experimentado modificaciones, desde la autosugestión consciente de Coué hasta la autosugestión positiva de Martin Seligman.

A pesar de ello, sus contenidos y fundamentos siguen siendo bastante similares. De manera general, los fundamentos para establecer una autosugestión en la actualidad pueden ser resumidos.

Fundamentos

  • Identifica los aspectos que deseas cambiar. Determina qué rasgos de tu personalidad te agradan y qué conductas negativas deseas eliminar.
  • Reconoce los desafíos que necesitas superar. Selecciona un objetivo que realmente anheles y asegúrate de que sea alcanzable, preciso, minucioso y que no cause daño a nadie.
  • Selecciona un objetivo que sea creíble. Asegúrate de que la autosugestión sea convincente y plausible a tus ojos. Si no la crees, no te funcionará.
  • Conecta con tus emociones. Para que la autosugestión sea exitosa, es fundamental que la meta te genere emoción. Mientras más emocionante sea para ti, más poderoso será su impacto.
  • Al utilizar la autosugestión, es importante emplear la primera persona. Dirige tus palabras y pensamientos hacia ti mismo, no hacia otras personas. Realiza las autosugestiones exclusivamente para ti.
  • Mantén una actitud positiva. La autosugestión se potencia al ser combinada con un pensamiento positivo que le permita a alcanzar tus metas de manera más efectiva.
  • Evita establecer plazos demasiado cortos. Esto puede generar ansiedad y ejercer un efecto perjudicial en tus pensamientos positivos y tus aspiraciones.
  • Repite la autosugestión. A medida que te repitas más veces la autosugestión, aumentará su poder y efectividad.
  • Encuentra un estado de relajación y concentración. Repite la autosugestión en un estado de relajación para que tu cerebro la asimile mejor.
  • Encuentra un entorno confortable. Encuentra un entorno sereno y acogedor, libre de distracciones, para que puedas relajarte, concentrarte y repetir la autosugestión.
  • Añade música. La música te puede servir como una herramienta que te permite adquirir un estado de relajación, concentración y a repetir la autosugestión de forma más eficaz.

 

Por Jorge Juan Roca

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