Las experiencias cercanas a la muerte (ECM) han permitido conocer de voz de quien las ha experimentado, algunos indicios de lo que hay después de la muerte aunque haya sido por algunos momentos, desde su popularización a través de la publicación del libro “Vida después de la Vida” de Raymond A. Moody Jr., en donde este autor expone los resultados de su investigación respecto a personas declaradas clínicamente muertas y que después fueron resucitadas, las cuales relataron sus experiencias ya sea observándose fuera de su cuerpo o caminando hacia algún lugar a través de un túnel o algunos otros estados, todo esto ha significado un acercamiento diferente a la zona entre vidas.
La aportación del Dr. Moody ha sido de importancia capital en el estudio de este tema que cautiva a muchos, creyentes e interesados en la vida más allá de la muerte y a otros les despierta simplemente su más ferviente incredulidad sino hasta el rechazo, ya será el lector de esos libros y del presente trabajo quien decida en que creer sin embargo es importante mencionar que las características recurrentes encontradas en las experiencias cercanas a la muerte de infinidad de personas mencionan los siguientes elementos, aunque no por esto quiere decir que las experiencias fueron idénticas, es más el mismo Dr. Moody reporto que no encontró casos iguales:
Un sentimiento repentino de paz y serenidad, y desaparición del dolor.
• Separación del cuerpo físico y una visión de éste desde una nueva perspectiva, generalmente desde arriba. Sentimiento de desapego emocional.
• Flotar hacia otro lugar, quizás otro cuarto o edificio, y observar lo que sucede ahí.
• Ser atraído dentro de un túnel negro, a menudo a una velocidad increíble, hacía una luz brillante, con sentimientos cada vez mayores de alegría y amor.
• El encuentro con un ser al final del túnel, por lo general un pariente o un amigo, ya fallecidos; en ocasiones es un personaje religioso, o sencillamente un ser de luz.
• El ser le muestra al individuo un jardín hermoso donde puede escuchar música celestial, o encontrarse con parientes ya fallecidos, o incluso con Dios. Algunos relatan que se les mostró una ciudad de luz dorada.
• Podría seguir una revisión de su vida pasada, que algunos han descrito como una “película” en las que se les muestra su vida completa. Entonces ven los errores que cometieron y se enteran del propósito que tienen en la tierra. No se trata de un juicio; predomina el sentimiento de ser amado sin condiciones y ser comprendido totalmente.
• A veces escuchan que deben volver a la tierra porque todavía no es su hora de morir, o porque su labor no está terminada. Regularmente suplican que se les permita quedarse, pero su petición es rechazada y se encuentran nuevamente en su cuerpo, vivos y conscientes (St. Clair, M, 2006 pp. 11-15).
Como se puede observar la información presentada coincide en alguna medida a la descripción de la vida entre vidas descrita por pacientes que han recordado sus vidas pasadas y sus regresos al hogar de todos, empero la información compartida desde la experiencia en esta vida a través de un ECM, es más vívida y de un impacto inmenso en la vida de quien la ha experimentado, se dice que gran cantidad de éstas personas han cambiado su forma de vida y su perspectiva, incluso han llegado a experimentar una conversión total. Cabe hacer mención que de este tipo de experiencias se tiene conocimiento en diferentes épocas, el término de experiencias cercanas a la muerte fue acuñado en los años setentas del siglo veinte, en otras épocas eran llamadas visiones, experiencias místicas, o de otra forma pero lo importante es que fueron contadas por aquellos que hicieron ese breve viaje al mundo del espíritu.
Se dice que uno de los casos importantes lo experimento San Pablo y que fue relatado en la “Segunda Epístola a los Corintios”, capítulo 12 y se da en tercera persona en donde San Pablo dice:
• Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años –si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, tampoco lo sé; Dios lo sabe- fue arrebatado hasta el tercer cielo… fue arrebatado al paraíso, donde oyó palabras inefables que no es dado al hombre proferirlas. De tal hombre me gloriaré; pero de mí mismo no he de glorificarme… (St. Clair, M., 2006 p. 23).
Se piensa que quien haya tenido esta experiencia regreso del cielo, y es posible que haya sido el propio San Pablo el que experimento, pero por humildad no lo aceptó.
Más adelante en la época medieval se tiene un relato de un hombre de la Galia del siglo XVI (actualmente Francia) que parece una experiencia ECM. El ermitaño Salvius, quien más tarde se convertiría en obispo, fue atacado por una enfermedad inexplicable. Se le creyó muerto y fue metido dentro de su féretro al caer la noche. Sin embargo para la mañana habría recobrado la conciencia, relatando lo siguiente:
Hace cuatro días, cuando la celda tembló (no sabemos a qué se refiere) y ustedes me vieron sin vida, dos ángeles me llevaron a lo alto del cielo y fue como si yo no sólo tuviera esta tierra inmunda bajo mis pies, sino también el sol y la luna, las nubes y las estrellas. Entonces me llevaron a través de una puerta que era más brillante que nuestra luz, dentro de una habitación donde el piso brillaba en su totalidad como oro y plata; había luz inefable y era de una vastedad indescriptible.
Una voz dijo envíen a este hombre de vuelta al mundo pues es necesario para nuestra Iglesia (St. Clair, M., 2006 p. 27).
Es muy significativo lo similar del relato con los elementos que se han mencionado derivados de los casos modernos de ECM y que guardan similitud como hemos comentado con los casos de descripción de vida entre vidas. Como estos casos antiguos existen en la actualidad cientos que se han hecho del entendimiento de nosotros por diversos autores, como evidencias a través del testimonio de los que regresaron de nuestra casa espiritual para cambiar en su mayoría a una vida mejor.
Cigaraotuso