Guías y Maestro (Zona entre Vidas)

 

 

Existen seres espiritualmente muy evolucionados que han sido asignados a cada uno de nosotros, para ser acompañados durante toda nuestra existencia, estos seres al parecer han dejado de encarnar en cuerpos físicos, han terminando sus etapas evolutivas en la tierra o en otros planetas de parecidas características, tienen un acervo increíble de conocimiento, ellos tienen la encomienda de dirigir nuestro aprendizaje en el mundo del espíritu y de estar al pendiente de nosotros en nuestras vidas como humanos, durante mucho tiempo se ha pensado que los seres humanos tenemos ángeles protectores, esto de acuerdo a las creencias religiosas, pues bien estos seres, son los Guías espirituales. Han sido percibidos durante toda la existencia humana y han sido representados de muchas formas, incluso se les han llamado dioses.

Estos seres que nos acompañan han sido percibidos por cientos de pacientes que han experimentado regresión a vidas pasadas y han recordado en ese estado su muerte en esa vida, invariablemente han reportado la presencia de estos seres que los acompañan, o a algunos otros que no han tenido problema para regresar a la zona entre vidas los han recibido en un reencuentro.

Dentro de sus funciones primordiales están las de guiar en sus experiencias a los grupos espirituales que les han sido asignados, apoyar en la toma de decisiones de vidas próximas a encarnar, acompañarnos en las sesiones con el Consejo de Ancianos, darnos consuelo, acompañarnos en nuestras vidas físicas, orientarnos después de dejar una vida humana, ésta última es de las más importantes.

Los guías son a veces descritos como ángeles guardianes, aunque nuestros maestros son seres que han encarnado en forma física mucho antes de llegar al nivel de guía.

Nuestros maestros espirituales tienen diferentes estilos y técnicas, tal como los maestros en la Tierra. Su carácter inmortal se ha conectado a nuestra presencia en una variedad de formas (Newton, M., 2006 p. 34).
Los guías son entidades complejas, especialmente si pertenecen al estatus superior. El nivel de comprensión de las almas determina el grado de los guías que se les asignan. De hecho, la madurez de un guía concreto también tiene relación con el hecho de que tenga sólo un estudiante a su cargo o varios. Los guías de estatus medio y superior normalmente dirigen a un grupo de almas tanto en el mundo espiritual como en la Tierra (Newton, M., 1995 p. 70).

Al momento que dejamos un cuerpo humano, posiblemente nos encontremos desorientados, afligidos, tratando de regresar al cuerpo recién dejado o simplemente nos quedamos a observar y tratamos de consolar a nuestros seres queridos, algunas almas que ya tienen mucha experiencia en el proceso de desencarnar saben perfectamente a dónde dirigirse, para ser recibidos en casa nuevamente.

El periodo de orientación con nuestros guías, que toma lugar antes de unirnos a nuestros grupos de almas, varía entre almas e incluso entre las diferentes vidas para una misma alma. Este es un buen momento para recibir consejos y brindar la oportunidad de ventilar frustraciones que hayamos tenido en la vida que acaba de terminar. La orientación, con el tacto gentil de nuestros perceptivos y solícitos guías, pretende ser una sesión inicial para entender lo que ha ocurrido.

El encuentro podrá ser prolongado o breve, dependiendo de las circunstancias que rodean el éxito o el fracaso en el logro de nuestra misión en la vida. También se revisan asuntos específicos relacionados con el karma que, no obstante, serán discutidos de manera más profunda en el seno del grupo (Newton, M., 2006 p. 3).

 

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