Instrucciones para la Auto-Indagación

Bhagavan (Ramana Maharshi) dijo: Cuando los pensamientos aparezcan, detenlos antes de que se desarrollen mediante la pregunta, ¿A quién vienen estos pensamientos? Qué importa si continúan apareciendo muchos pensamientos. Investiga su origen o averigua quien tiene los pensamientos y tarde o temprano la corriente de pensamientos cesará.

Así es como la Auto-Indagación debería ser practicada.

Cuando Bhagavan hablaba de esta manera a veces usaba la analogía de la fortaleza sitiada. Si uno cierra sistemáticamente todas las entradas a la fortaleza y elimina uno a uno a los ocupantes cuando intentan entrar, tarde o temprano la fortaleza quedará vacía. Bhagavan dijo que debíamos aplicar esta misma técnica a la mente. ¿Cómo hacerlo? Sella todas las entradas y salidas mediante la no reacción a los pensamientos o a las impresiones sensoriales. No permitas que nuevas ideas, juicios, gustos y disgustos, etc., entren en la mente y no permitas que los pensamientos que van surgiendo florezcan y escapen a tu atención. Cuando has sellado la mente de este modo, desafía a cada pensamiento emergente según aparezca preguntando, ¿de dónde viene este pensamiento? O ¿quién está teniendo este pensamiento? Si puedes hacer esto constantemente, con total atención, aparecerán nuevos pensamientos momentáneamente y luego desaparecerán. Si puedes mantener el asedio durante suficiente tiempo, llegará un momento en que no surgirán más pensamientos; y si lo hacen, sólo serán imágenes fugaces en la superficie de la consciencia que no te distraerán. En ese estado libre de pensamientos empezarás a experimentarte a ti mismo como consciencia, no como mente o cuerpo.

Sin embargo, si relajas la vigilancia incluso sólo por unos pocos segundos y permites que nuevos pensamientos se desarrollen y escapen sin ser desafiados, se levantará el asedio y la mente recobrará parte o toda su fuerza anterior.

En una fortaleza real los ocupantes necesitan constante suministro de comida y agua para resistir durante el asedio. Cuando se quedan sin suministros, los ocupantes deben rendirse o morir. En la fortaleza de la mente los ocupantes, que son los pensamientos, necesitan de un pensador que les preste atención y disfrute de ellos. Si el pensador niega su atención a los pensamientos que surgen o los desafía antes de que tengan tiempo de desarrollarse, los pensamientos morirán de inanición. Desafíalos mediante la constante pregunta ¿Quién soy yo? ¿Quién es la persona que está teniendo estos pensamientos? Para que el desafío sea efectivo debes hacerlo antes de que el pensamiento emergente haya tenido la oportunidad de desarrollarse dentro del flujo de pensamientos.

La mente no es más que una colección de pensamientos y el pensador es quien los piensa. El pensador es el pensamiento “yo”, el pensamiento primordial que surge del Sí mismo (Self) antes que ningún otro, que se identifica con todos los demás pensamientos y dice, “yo soy este cuerpo”. Cuando has erradicado todos los pensamientos, excepto el propio pensador, mediante una incesante indagación o negándote a prestarles atención, el pensamiento “yo” se sumerge en el corazón y se rinde, dejando tras de sí sólo el despertar de la conciencia. Esta rendición sólo tendrá lugar cuando el pensamiento “yo” haya dejado de identificarse con los pensamientos que aparecen. Mientras haya pensamientos vagabundos que atraigan o evadan tu atención, el pensamiento “yo” siempre estará dirigiendo su atención hacia afuera en lugar de hacerlo hacia adentro. El propósito de la Auto-Indagación es conseguir que el pensamiento “yo” vaya hacia adentro, hacia el Sí mismo. Esto sucederá automáticamente tan pronto como dejes de estar interesado en cualquiera de los pensamientos que van surgiendo.

Fuente: David Godman. Living by the Words of Bhagavan. nodualidad.info

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