La hipnosis es un estado mental o de un grupo de actitudes generadas a través de un procedimiento llamado inducción hipnótica.
Usualmente se compone de una serie de instrucciones y sugerencias preliminares. Dichas sugestiones pueden ser generadas por un hipnotizador o pueden ser auto inducidas (autosugestión).
La hipnosis para uso terapéutico se conoce como hipnoterapia.
Aunque la ciencia se ha interesado desde hace mucho tiempo por la hipnosis, la utilización más o menos genuina de la hipnosis como parte de espectáculos (mentalismo) o terapias alternativas, así como su propia naturaleza, la de una experiencia personalísima y difícilmente reproducible en condiciones experimentales mensurables y normalizadas ha hecho, que la mayor parte de la bibliografía producida en su entorno no tenga la consideración propia de las disciplinas científicas, sino de las pseudociencias.
El advenimiento de las técnicas de escaneo cerebral ha permitido una mejoría de los conocimientos sobre hechos en torno a este fenómeno, como el obtenimiento de imágenes del funcionamiento del cerebro en tales condiciones particulares.
EL COMIENZO DE LA HIPNOSIS
Aunque ya existen precedentes históricos del uso de técnicas similares a la hipnosis empleada por los egipcios en los llamados Templos del Sueño, no sería hasta mediados del siglo XVIII cuando se inicia el primer estudio sistemático de lo que suponía un estado psicofisiológico especial que más tarde se conocería con el término de hipnosis.
Franz Anton Mesmer, (1734-1815) doctorado en Medicina y Filosofía a sus 35 años en Viena, escribió su tesis doctoral titulada “De planetarium Influxu”, influenciado por las teorías de Paracelso sobre la interrelación entre los cuerpos celestes y el ser humano. Mesmer formuló la famosa “Teoría del Magnetismo Animal”, que nos venía a decir que todo ser vivo irradia un tipo de energía similar o parecido al magnetismo físico de otros cuerpos y que puede transmitirse de unos seres a otros, llegando a tener una aplicación terapéutica.
El médico austriaco se instaló en París y con el paso del tiempo, fue tan grande su influencia y tan extendida su fama, que se convirtió en el médico tanto de los pobres y desheredados como de los ricos y poderosos, incluso del mismísimo rey de Francia. El asunto llegaría hasta la Academia de Medicina de Francia, que determinó que no existía ningún tipo de influencia o energía magnética en las curaciones mesméricas. ¿Qué era lo que realmente producía la curación?
Serían los discípulos de Mesmer y posteriores investigadores quienes determinarían que las “milagrosas” curaciones en los trances hipnóticos, llamados sueños magnéticos o mesmerismo hasta aquel entonces, se producían por una condición llamada sugestión.
Un cirujano escocés llamado James Braid (1795-1860) fue el primero en acuñar el término hipnosis enunciando una de las formas que lo explicaban:
“La fijación sostenida de la mirada, paraliza los centros nerviosos de los ojos y sus dependencias que alterando el equilibrio del sistema nervioso, produce el fenómeno”.
EL MECANISMO Y APLICACIONES DE LA HIPNOSIS
Algunos supuestos indicadores hipnóticos y cambios subjetivos pueden conseguirse sin relajación o larga inducción, hecho que aumenta la controversia y nacen intensos debates que rodean el tema.
Algunos científicos han disputado sobre su existencia, mientras que otros insisten en ambos, su realidad y valor. Una fuente de controversia ha sido la gran variedad de teorías tradicionalmente divididas entre campos de ‘estado’ y ‘no estado’. Esta controversia puede decrecer debido a que las modernas técnicas de ‘imagen cerebral’, ofrecen esperanza para un aumento del entendimiento de su naturaleza y el valor de ambas perspectivas es altamente reconocido.
Las aplicaciones en las que puede ser usada varían ampliamente. Se enfoca eventualmente a los sujetos haciendo parecer a la audiencia que éste está despierto o, popularmente conocido, como en trance. Durante la actuación, éstos parecen obedecer las órdenes del hipnotizador, llevando incluso a cabo comportamientos que normalmente no realizarían.
Por otro lado, las aplicaciones hipnóticas en los campos de la salud, la psicología y la medicina, a menudo se experimentan diferentemente. La evidencia apoya su uso clínico para controlar el dolor, el peso, el tratamiento del Síndrome de intestino irritable y como adjunto para el comportamiento cognitivo, además de otras terapias.
La hipnosis misma no es una terapia, pero es efectivamente usada como adjunto a otras terapias. Por lo tanto la hipnoterapia es menos preferible que el uso de técnicas relacionadas con la hipnosis como parte de un paquete integrado psicológico.
Hay que destacar también la profunda vinculación de la hipnosis con el efecto placebo observado en las investigaciones con fármacos, puesto que se logran cambios en la patología o en los síntomas investigados, sin que la droga o tratamiento investigado haya sido el agente de cambio.
La hipnosis clínica en sí misma está basada en una modalidad vincular de relación bipersonal o multipersonal, y debemos verla también como una forma de comunicación. Una forma de comunicación donde el terapeuta se comunica con el mundo de su paciente, a través de vivencias que provoca en él por medio de la palabra. Tomando como elemental punto de partida el comunicar en primer término sensaciones de reafirmamiento, de seguridad, de cuidado, consideración y respeto. De este modo a través de esa relación de comunicación, permite que el paciente atenúe sus mecanismos de defensa de vigilia y se permita alcanzar un estado de intensa serenidad física y mental, de tranquilidad, un profundo estado hipnótico al volcarse sobre sí mismo.
Desde esta óptica la hipnosis clínica se la puede ver claramente como un fenómeno de comunicación, específico especial, que evoca la comunicación de un ser protegido y de un protector, totalmente desprovista de elementos mágicos o de presunta posesión de poderes por parte del hipnoterapeuta.
No existe la posibilidad de posesión de poderes, pues del mismo modo que una persona alcanza un estado de trance mediante la labor de un hábil psicólogo o hipnólogo también puede alcanzar ese mismo y profundo estado con el empleo de un reproductor de sonido, y claramente se puede convenir que un aparato reproductor por más electrónica y tecnología que tenga, no puede poseer poderes mágicos de ninguna naturaleza.
La hipnosis por un lado sigue siendo investigada y aplicada en su forma clásica, pero al mismo tiempo ha generado nuevas disciplinas y líneas de investigación. Entre ellas, se ha desarrollado la programación neurolingüística o PNL, así como también, a su vez producto de la PNL, la técnica EMDR.
DEFINICIONES
A menudo se dice que hay tantas definiciones de hipnosis como de hipnotizadores. Los investigadores y los médicos poseen requerimientos distintos para las explicaciones de la hipnosis, de modo que el foco de las teorías desde estos respectivos campos puede variar enormemente.
Una distinción fundamental en la teoría de la hipnosis, puede estar entre el acercamiento de la hipnosis al ‘estado’ y al ‘no estado’.
Los defensores del no estado creen que la hipnosis en un estado de conciencia alterado, mientras que quienes defienden el estado creen que los efectos hipnóticos son producto de procesos psicológicos más mundanos como la absorción y la expectación.
La definición AAP (Asociación Americana de Psicología) esencialmente un consenso de un amplio rango de investigadores y médicos, continúa neutral en esta discusión.
DEFINICIONES CONOCIDAS
Asociación Americana de Psicología (AAP)
Típicamente la hipnosis está envuelta en la introducción del procedimiento durante por el cual el sujeto es informado de que se le van a presentar experiencias imaginativas. La inducción hipnótica es una sugestión inicial extendida para usar la propia imaginación, y puede contener elaboraciones posteriores a la introducción.
Un procedimiento hipnótico se usa para incitar y evaluar respuestas a las sugestiones. Al usar la hipnosis, una persona (el sujeto) es guiada por otra (el hipnotizador) para responder a sugestiones por cambios en experiencia subjetiva, alteraciones en la percepción, sensación, emoción, pensamiento, o comportamiento.
Las personas también pueden aprender auto-hipnosis la cual es el acto de administrarse procedimientos hipnóticos uno mismo. Si el sujeto responde a sugestiones hipnóticas, generalmente infiere en que se ha inducido hipnosis. Muchos creen que las respuestas a la hipnosis y a las experiencias son características de un estado hipnótico. Mientras que algunos creen que no es necesario usar la palabra hipnosis como parte de una inducción hipnótica. Otros lo ven como esencial.
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