La diferencia principal entre un tanatólogo y un psicólogo es que el segundo se enfoca en la evaluación, diagnóstico y tratamiento de trastornos de salud mental. Un tanatólogo trabaja con personas que han sufrido pérdidas recientes o que se preparan para la muerte o el duelo.
Un psicólogo también puede ayudar en estos procesos. Sin embargo, está capacitado para tratar una amplia gama de síntomas y enfermedades mentales y emocionales como la ansiedad o la depresión, que pueden estar o no relacionados con las pérdidas.
En la tanatología es más común escuchar el término “cliente” a pesar de que algunos pueden usar “paciente” para referirse a las personas que reciben servicios. Esto se debe a que el enfoque de la tanatología es más colaborativo y menos clínico, por lo que la relación entre un tanatólogo y su cliente es diferente a la de un paciente y un profesional de la salud.
Qué hace un tanatólogo
Los tanatólogos proporcionan apoyo emocional o espiritual a las personas en proceso de duelo. También les ayudan a encontrar significado y propósito en sus vidas después de una pérdida. Pueden trabajar con individuos o bien, con grupos, como familias, y utilizan diversas técnicas y terapias.
Técnicas de la tanatología
Los tanatólogos utilizan técnicas básicas para establecer una relación de confianza con sus clientes, ayudarlos a expresarse libremente y reducir su ansiedad o estrés alrededor del tema a tratar. Tratan de proveer un espacio seguro y compasivo para procesar las emociones relacionadas con la pérdida. Las técnicas más comunes son las siguientes:
- escucha activa: prestar atención completa al cliente y sus emociones, con paciencia, empatía y sin prejuicios.
- validación emocional: reconocer y validar las emociones del cliente y permitirle expresar sus sentimientos sin juzgarlos.
- técnicas de relajación: ejercicios como respiración, relajación progresiva o meditación.
Terapias de la tanatología
Los tanatólogos usan diferentes tipos de terapias, todas con el objetivo de ayudar a las personas a procesar y superar el dolor y sufrimiento que provoca una pérdida significativa. La terapia de apoyo y la terapia de duelo son dos ejemplos generales de cómo se fomenta la expresión y se encuentran formas saludables de lidiar con el dolor.
Casi todas las terapias cuentan con estos elementos de expresión, apoyo y alguna forma de solución. Sin embargo, todas difieren un poco respecto a los resultados que se quieren obtener o el punto de partida de la terapia, dependiendo de las condiciones en las que se encuentra el cliente.
Terapia narrativa
Esta terapia se enfoca en la historia de vida del cliente y cómo ésta influye en la manera en que la persona experimenta el duelo. Ayuda a dar sentido a la experiencia de la pérdida, a encontrar significado y propósito en la vida y a construir una nueva identidad después del duelo.
Terapia cognitivo-conductual
Consiste en identificar y modificar los pensamientos y conductas negativas que pueden estar afectando el proceso de duelo de una persona. El objetivo es ayudarle a desarrollar habilidades para enfrentar la pérdida y reducir la ansiedad y la depresión.
Terapia del duelo complicado
Se enfoca en personas que experimentan un duelo que no evoluciona de manera natural o que presenta complicaciones graves. Sirve para identificar esas consecuencias y, si es necesario, referir a un especialista que pueda ayudar a tratarlas. Algunas de ellas pueden ser:
- Depresión
- Ansiedad
- Estrés postraumático
- Terapia centrada en soluciones
- Es un tipo de terapia cuyo objetivo es identificar y construir soluciones a los problemas que enfrenta una persona. Se usa para encontrar formas prácticas de lidiar con el dolor y lograr que la persona pueda avanzar con su vida.
Terapia de grupo
Esta terapia se lleva a cabo entre un grupo de personas que atraviesan un proceso de duelo y muchas veces tienen elementos en común. En este entorno las personas pueden interactuar, compartir sus experiencias y recibir apoyo mutuo. El objetivo es brindar un entorno donde las personas encuentren empatía y se sientan comprendidas por otras que experimentan algo similar a ellas.
Otras terapias
Muchos tanatólogos se especializan en terapias menos convencionales pero igual o más efectivas para ciertas personas. Debido a que cada persona es diferente, algunas pueden necesitar de otros facilitadores para poder expresarse y navegar el duelo.
Esto también depende de las características de la persona, como su edad o personalidad. Algunas son especialmente efectivas para personas que experimentan algún impedimento o dificultad, ya sea verbal, físico o emocional. Estas terapias incluyen:
- Arte terapia: ayudan al cliente a explorar y expresar sus sentimientos y pensamientos de una manera no verbal y creativa. En ella se usan medios como el dibujo, la pintura o la escritura terapéutica.
- Musicoterapia: consiste en usar sonidos y música para establecer una mejor comunicación entre el tanatólogo y el cliente, reducir el estrés y aliviar el dolor. Puede involucrar el canto, escuchar y crear música.
- Terapia de juego: utiliza los juegos y juguetes como medios para abordar el duelo de una manera más accesible, a menudo con clientes que son niños o adolescentes. Se usa para que la persona pueda expresarse y para encontrar de manera orgánica diferentes maneras de enfrentar y superar la pérdida.
Apoyo espiritual
Algunos tanatólogos también pueden proporcionar apoyo espiritual a las personas con las que trabajan a través de la exploración de sus creencias, valores y significados personales en relación con la muerte y la pérdida.
Pueden ayudar a encontrar significado y propósito en las experiencias de vida y conectar con su espiritualidad o religiosidad si es importante para el cliente. Normalmente lo hacen de manera respetuosa, reconociendo que cada persona tiene su propia manera de vivir su espiritualidad.
Trabajo con familias
Un tanatólogo también puede brindar apoyo a una familia dependiendo de sus necesidades, características y el proceso de duelo en el que ésta se encuentre. En general, el tanatólogo puede ayudar a la familia a procesar su dolor y a encontrar maneras saludables de adaptarse a su nueva realidad. Este trabajo puede incluir:
- Terapia familiar
- Terapia individual a los miembros de la familia que lo necesiten
- Apoyo espiritual
- Ayudar a planificar el funeral o ceremonia de su elección
- Lidiar con detalles prácticos de un fallecimiento
- Referir a profesionales de la salud mental
- Otros servicios especiales y elementos de apoyo
Acudir a un tanatólogo puede ser muy útil porque es una persona capacitada para ayudar a procesar la muerte o un evento de pérdida importante. Muchas veces un ser querido o una persona de confianza no tiene la capacidad de manejar la gran carga emocional que implica un evento como este.
Consultar con una persona que no está involucrada en la pérdida en particular y que está entrenada para navegar situaciones de gran impacto puede ser de mucha ayuda en un momento especialmente complicado y lleno de emociones.
Además, los tanatólogos pueden brindar orientación y apoyo práctico en funerales, trámites legales y otras necesidades que pueden ser bastante confusos en un momento especialmente difícil.
