La Terapia regresiva a vidas pasadas, es una técnica terapéutica que utiliza estrategias similares y comandos para la regresión hipnótica de edad (hipnosis clínica), pero que también se basa fuertemente en distintas líneas de trabajo que contempla la psicología transpersonal tales como el método de sueño despierto dirigido, de Robert Desoille, la técnica de la imaginación activa de Carl G. Jung ó la técnica del psicodrama de Jacob Leví Moreno. Al igual que en la regresión hipnótica y el psicodrama, el paciente es guiado a volver para revivir escenas traumáticas o conflictos no resueltos del pasado que afectan de forma inconsciente influenciando y distorsionando el estado mental y emocional, llegando a afectar en algunos casos al estado físico.
El estatus ontológico de “vidas pasadas” es de inevitable polémica dada la adhesión dogmática de la psicología occidental y el psicoanálisis freudiano con la teoría del “inconsciente personal”, teoría que desarrolló y amplió Carl G. Jung con el “inconsciente colectivo”. Al inconsciente colectivo podríamos llamarle sencillamente nuestra “herencia psíquica” un tipo de conocimiento con el que todos nacemos y compartimos. Aún así, nunca somos plenamente conscientes de ello. A partir de él, se establece una influencia sobre todas nuestras experiencias y comportamientos, especialmente los emocionales, pero solo le conocemos indirectamente, viendo estas influencias.
Por otra parte, existe la monumental obra del psiquiatra Dr. Ian Stevenson de la Universidad de Virginia, antiguo presidente de la Sociedad Británica para la Investigación Psíquica. Por más de 40 años, Stevenson y sus colaboradores recogieron los casos de recuerdos espontáneos de vidas pasadas en distintas partes del mundo, sobre todo de los niños. Estos casos, que él llama “sugestivo de la reencarnación” se verificaron minuciosamente y se publicaron en cinco volúmenes. Stevenson sintió que su largo objetivo declarado de conseguir que la ciencia considerara la reencarnación como una posibilidad, no iba a realizarlo en esta vida. Su mayor frustración no era que la gente desestimara sus teorías, sino que la mayoría, en su opinión, lo hizo sin siquiera leer las evidencias que había reunido. El trabajo de Stevenson continúa siendo ignorado por la Psicología tradicional.
El valor terapéutico de recordar vidas pasadas, ha hecho que un número creciente de terapeutas de diferentes países se hayan convencido de su eficacia. Muchos profesionales contemporáneos se han encontrado con escenarios de vidas pasadas al dar la pauta de “volver al origen del problema” durante una sesión de regresión hipnótica, aunque ni el terapeuta ni el cliente creían en vidas pasadas. Tal fue el caso del eminente neuro-psiquiatra Dr. Brian Weiss. El Dr. Brian Weiss está considerado como uno de los mayores promotores y divulgadores de la regresión a vidas pasadas, comenzó trabajando con regresiones a edad hasta que una de sus pacientes, llegó a vidas pasadas espontáneamente, empezando a creer entonces en la existencia de vidas pasadas. El Dr. Brian Weiss lo relata en su libro “Muchas vidas, Muchos maestros”. Sin embargo la mayoría de los terapeutas que merezcan respeto y profesionalidad en la actualidad se formaron con Morris Netherton o con Edith Fiore.
Morris Netherton empezó impartiendo cursos en California, expandiendo sus enseñanzas en muchos países, principalmente Europa y Brasil. Fundó la Asociación para la Investigación y Tratamiento en Psicoterapia de Vidas Pasadas. En 1978 publicó el libro “Past Lives Therapy” (Terapia de Vidas Pasadas, actualmente descatalogado).
Edith Fiore se graduó en la Universidad de Miami como doctora en psicología clínica. Como profesional muy experimentada en el campo de la hipnosis, encontró tan efectivo trabajar con regresiones a vidas pasadas que se dedicó a ello por completo. En 1980 publicó el libro “Usted ya estuvo aquí”.
Algunos profesionales explican la vivencia de vidas pasadas, afirmando que la persona topa con un recuerdo demasiado traumático, separándose de esa vivencia viendo una “película de otra vida” como mecanismo de protección para no revivirlo tan intensamente.
Tanto para el terapeuta como para el proceso terapéutico de la persona, es indiferente si la vivencia forma parte de una vida pasada o de la imaginación de la persona, cobra valor por encima de las creencias que la información parte de la psique de la persona ayudándole a resolver. La valoración de si es un recuerdo de vidas pasadas queda relegada a un segundo plano ya que, el proceso terapéutico es profundo sean cuales sean nuestras creencias personales.
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