Varias personas me han informado de haber entrevisto en algún momento otros seres que parecían “atrapados” en una forma de existencia aparentemente de lo más desdichado. Los que han manifestado haber visto a estos seres confundidos se muestran de acuerdo en diversos puntos. En primer lugar, afirman que estos seres aparecían de hecho incapaces de cortar sus lazos con el mundo físico. Un hombre relató que, aparentemente, los espíritus que había visto “no podían avanzar hacia el otro lado porque su Dios vive todavía en éste”. Es decir, parecían estar atados a algún objeto, persona o costumbre concretos. En segundo lugar, todos han señalado que esos seres estaban como “apagados”, que su consciencia aparentaba ser más limitada que la de los demás. En tercer lugar, afirman que era como si aquellos “espíritus apagados” estuviesen allí sólo hasta resolver el problema o dificultad que los mantenía en aquel estado de confusión y perplejidad. Estas coincidencias salieron en el siguiente fragmento de la entrevista mantenida con una mujer a la que se creyó “muerta” durante unos quince minutos.
Ha mencionado haber visto a esa gente, a espíritus que parecían sumamente confundidos. ¿Podría contarme algo más sobre ellos?.
¿Aquella gente aturdida? No sé exactamente dónde los vi… Pero según iba avanzando, encontré una zona apagada en contraste con toda aquella resplandeciente luminosidad. Si se para uno a pensar en ello, las figuras estaban más humanizadas que el resto, pero tampoco tenían una forma totalmente humana como la nuestra.
Se puede decir que era como si llevasen la cabeza agachada; su aspecto era triste, deprimido; parecían ir arrastrando los pies, como en una fila de prisioneros encadenados. No sé por qué lo digo, pues no recuerdo haber visto pies. No sé quiénes eran, pero resultaban como desteñidos, apagados, grises; y parecían estar eternamente arrastrándose y moviéndose de un lado para otro, sin saber siquiera adonde iban, sin saber a quién seguir o qué buscar. Al pasar yo ni siquiera levantaron la cabeza para ver qué ocurría. Parecían estar pensando: “Bien, se acabó todo, ¿qué hago?, ¿de qué va todo esto?” Sólo este comportamiento rotundo, aplastado, desesperanzado, sin saber qué hacer, ni adonde ir, ni quiénes eran, ni nada. Más que sentados, parecían estar moviéndose continuamente, pero sin rumbo definido. Empezaban a ir recto, luego giraban a la izquierda, daban algunos pasos y giraban de nuevo hacia la derecha. Y no tenían absolutamente nada qué hacer. Creo que buscaba algo, pero desconozco qué.
¿Parecían estar conscientes del mundo físico?
No parecían estar conscientes de nada, ni del mundo físico ni del espiritual. Era como si estuvieran atrapados entre el uno y el otro. En un lugar ni espiritual ni físico, como en un nivel intermedio entre ambos; o al menos eso me pareció. Quizá tengan algún contacto con el mundo físico. Algo tira de ellos hacia abajo, pues todos parecían inclinarse y mirar hacia abajo, puede que al mundo físico…, puede que contemplando algo que no habían hecho o que deberían haber hecho. No podían tomar una decisión sobre qué hacer, ya que todos tenían la expresión más desconsoladora; no había en ellos ningún color de vida.
¿Así pues, parecían desconcertados?
Totalmente desconcertados; sin saber quiénes o qué eran. Parecía como si hubiesen perdido todo conocimiento de quiénes o qué cosa eran; como si careciesen de la más mínima identidad.
Diría que se encontraban entre el mundo físico y aquel en que estaba usted? En mis recuerdos, lo que vi fue después de dejar el hospital físico. Como ya he dicho, sentí como si me elevara, y fue en medio, de hecho antes de entrar realmente en el túnel, cómo lo he descrito, y antes de entrar en el mundo espiritual en el que había tanta resplandeciente luz de día; bueno, no exactamente luz de día, sino una luz brillante que lo inundaba todo y que brillaba más que la del día, pero sin herir los ojos como ésta, sin deslumhrar. Pero en este sitio concreto reinaba el gris más apagado y tristón. Ahora tengo un amigo ciego para los colores, y le he oído decir que para él el mundo se reduce a los tonos y matices del gris. Pero yo me sentía lleno de color, y aquello era como una película en blanco y negro. Sólo los diferentes tonos del gris, sucios y desteñidos. No repararon en mí. No dieron señal alguna de haber notado que yo estaba allí. Me resultó muy deprimente. Parecían estar intentando tomar una decisión; miraban hacia atrás; no sabían si seguir adelante o volver a los cuerpos en que estaban alojados. Era como si estuviesen vacilando todo el tiempo; miraban hacia abajo y nunca hacia arriba. No querían avanzar para averiguar lo que les aguardaba; me recordaba también las descripciones de fantasmas que he leído; serían más bien como el tipo de fantasmas a través del cual se puede ver. Parecía haber una enorme cantidad de ellos por todos lados.
Algunas personas que han sido testigos de este fenómeno han observado cómo, al parecer, algunos de esos seres intentaban infructuosamente comunicarse con personas todavía físicamente vivas. Un hombre contó numerosos ejemplos que había observado mientras estuvo “muerto” durante un prolongado período de tiempo. Por citar un caso, contó cómo vio a un individuo normal y corriente caminar por la calle, sin darse cuenta de que uno de aquellos espíritus apagados revoloteaba por encima de él. Dijo que tenía la sensación de que, en vida, aquel espíritu había sido la madre del hombre y que, todavía incapaz de renunciar a su papel terrenal, intentaba aconsejar a su hijo sobre lo que debía hacer. Encontramos otro ejemplo en el siguiente fragmento de la entrevista mantenida con una paciente:
¿Pudo ver a alguno de ellos intentando hablar con otras personas tísicas?
Sí, sí. Se les podía ver intentando contactar con otros seres, pero nadie se daba cuenta de su presencia; la gente les ignoraba… Querían comunicarse, pero no había forma de romper la barrera. La gente parecía no reparar en absoluto en ellos.
¿Había algo concreto que estuviese intentando decirles?
Bueno, era más o menos como si intentase ponerse en contacto con ellos, decirles que hicieran las cosas de modo distinto a como ellos las estaban haciendo, que cambiasen, que variasen de forma de vida. Bien, esto que voy a decir puede parecer inventado, pero intentaba que actuasen correctamente, que cambiasen para no verse en la misma situación que ella. “No hagáis lo que yo, para que no os pase esto. Haced cosas por los demás, para que no os veáis así”. No estoy intentando moralizar ni echar un sermón, pero creo que éste era el mensaje que deseaba transmitir… Para decirlo de algún modo, era como si en aquella casa no hubiese ningún amor… Parecía como si estuviera tratando de expiar algo que había hecho… Fue una experiencia que no olvidaré jamás.
¿Puede contarnos algo de lo que intentaban transmitir?
Uno parecía ser una mujer que intentaba desesperadamente comunicarse con los niños y con una señora anciana de la casa. Me pregunté si no se trataría de la madre de los niños, y puede que de la hija de la anciana de la casa, a los que estaba intentando llegar. Me pareció que quería comunicarse con los niños, pero éstos siguieron jugando sin hacerle ningún caso, mientras que la vieja parecía estar yendo y viniendo por la cocina, haciendo su trabajo, y sin darse cuenta de que esta otra persona merodeaba por allí.
Reflexiones Sobre La Vida Después De La Vida Raymond – A. Moody, Jr.