El Viaje Astral es un tipo especial de Meditación, en el cual entramos en el Astral de forma CONSCIENTE, e interactuamos con los seres del astral: genios, duendes, demonios, dioses y Dios. Por lo tanto, esotéricamente, existe una serie de técnicas de provocar el Viaje Astral. No aborde de “sopetón” la técnica de Viaje Astral sin antes haber trabajado varios años en “meditación” y “control de la respiración”. Y sobre todo, busque un Maestro.
Resumiendo mucho este apartado, y suponiendo que ya somos expertos en meditación y control de la respiración, para provocar el desdoblamiento y el Viaje Astral, debemos:
1. Tumbarnos en una cama de noche. Comenzar a relajar los músculos.
2. Controlar la respiración por espacio de 30 minutos.
3. Pasar a una respiración suave, sin esfuerzos, y meditar en una sílaba o sonido. Por ejemplo, el sonido OHM.
4. Pasados otros 30 minutos de relajación y meditación, con los ojos cerrados deberemos comenzar a imaginar o “vernos” interiormente como estamos en nuestra habitación. Debemos imaginar la cama, el cuarto a oscuras y a nosotros mismos acostados en la cama. Así con los detalles más perfectos posibles durante otros 30 minutos. (Todos los tiempos
son aproximados y subjetivos.)
5. Ahora haremos el “viaje”. Consiste en imaginar nuestro “astral”, “alma”, “espíritu” o “mente”, levantándose de la cama y separándose del cuerpo. Debemos comenzar por la cabeza, sentir como la cabeza “astral” se va separando de la cabeza “del cuerpo físico”. Cuando comencemos a sentir que se eleva la cabeza, (para llegar a este punto antes se ha tenido que ir repitiendo los pasos anteriores por periodos de AÑOS de meditación y estudio), debemos concentrarnos en nuestro pecho, e imaginar como se va alejando junto a la cabeza astral. De igual forma con el bajo vientre y las piernas. Llegados a este punto, muchas personas pueden tener en sus primeras “sesiones” la sensación de “caerse” literalmente de la cama e interrumpir bruscamente la sesión.
Si esto sucede, debemos abandonar durante una semana las meditaciones y los viajes. Puesto que significa que aún no estamos preparados psicológicamente para el Viaje.
Es esto muy común. Comenzar a tener “sueños o pesadillas” sobre viajes astrales. Inclusos sueños “conscientes”, en esta fase previa y avanzada de nuestro “viaje interior”.
Llegados a este punto, si en seis meses no se llega a controlar por sí mismo el Viaje, debe de acudirse a un grupo de terapia. Es lo mejor. Significa que tenemos un problema emocional fuerte que no sabemos controlar. En este punto, solo los Maestros, los Grandes Iniciados, y las personas con un fuerte Autocontrol conseguirán la meta. El resto de personas, deberán contentarse con “soñar” que viajan. Y no adentrarse más en los misterios del alma. Tal vez, llegados a este punto, el psicoanálisis o la “visualización” pueden servirnos como alternativas al viaje astral.
Y lo más importante. El viaje astral es un tipo especial de meditación, si no dominamos las técnicas básicas de meditación, difícilmente dominaremos el viaje, y nos caeremos continuamente de la cama, o nos haremos daño psicológico. Hay que ser prudentes.
La elección del momento propicio
Cuando uno practica yoga, lo primero que le recomiendan es que
1.No meditar después de comer y
2.No meditar antes de dormir.
Sin embargo, el punto 2 en Viaje Astral, es el contrario. Hay que meditar ANTES de dormir. Es más, hay que meditar de noche, después de haberse masturbado vigorosamente, y ANTES de dormir. En algunas personas, la terapia sexual de liberación que supone la masturbación ANTES de la meditación les abre la puerta de la mente, el tercer ojo. Tenga en cuenta que lo que se busca es la liberación absoluta frente a nuestros miedos y temores, y que no hay mayor miedo y frustración que la que nosotros mismos nos provocamos. No quiero incitarle a que se masturbe como un “mono” a todas horas. Solo de noche y antes de la meditación. La relajación que se produce tras la masturbación, aunque no se llegue a un “orgasmo” es suficiente con las caricias previas, producen una sensación placentera que NADIE DEBE NEGARSE. No se niegue la felicidad
Cigaraotuso